Cuando empecé a ver la miniserie La chica invisible en Star+ lo primero que me sorprendió fue que se trataba de una producción española. Y es que, para variar, me lancé al vacío sin tener referencia alguna de lo que estaba a punto de ver. Esta miniserie es la adaptación del libro homónimo escrito por Blue Jeans, seudónimo del escritor sevillano Francisco de Paula Fernández. El asesinato de una reservada joven en un pueblo andaluz desencadena una serie de inesperados eventos en esta localidad y pone bajo sospecha a más de uno mientras las investigaciones, formales e informales, van desenmarañando una trama de mentiras, intereses y hasta casualidades. Son apenas
Lo bueno
Las series de investigación de crímenes me gustan, lo confieso. Y más, cuando no son en grandes ciudades y las particularidades de la cultura local juegan un papel importante. Y eso es algo que pasa en La chica invisible: la acción sucede en Cárdena, en pleno corazón de Andalucía y durante los festejos de la Feria de Abril. Las estrechas callejuelas de casas blancas y techos de tejas son perfectas para ambientar esta historia de misterio en la que la idea de quién puede ser el asesino de Aurora cambia constantemente. Hay que decir que la serie está mejor hecha de lo que está escrita, pero -aun así- logra un muy clima de suspenso. Me recordó un poco a la cinta Nadie conoce a nadie, que tiene como telón de fondo a Sevilla en Semana Santa. También tiene algo de Mare of East Town, donde al suceder todo en un pueblo pequeño, todos se conocen y son amigos de la infancia. Algo bueno es que los personajes parecen de su edad y las actuaciones son bastante solventes. Lástima que a veces el guión sea lo que falla.
Lo malo
Justo antes de ponerme a leer estas líneas me metí en internet a leer un poco sobre la serie, y entonces fue que me enteré de que estaba basada un Best Seller juvenil de misterio. Al leer eso, muchas cosas empezaron a tener sentido. Y es que una de las patas de las que cojea la serie es que no queda del todo claro a quién va dirigido. ¿Por qué digo esto? Porque la serie se vende como algo super adulto, super serio, pero con el pasar de los capítulos se sienten muchos guiños a personajes como Enola Holmes, Nancy Drew o la nueva Miércoles, chicas jóvenes con extraordinarias habilidades para investigar y resolver crímenes. Hay momentos en los que incluso se perciben parodias a Scooby Doo. Creo que el problema es meramente un asunto de mercadeo. Dejar en claro desde el principio el perfil del espectador hubiera ayudado mucho a poner en contexto todo. Entiendo que a veces segmentar es perder audiencia y que vender una miniserie de asesinatos no entra en la categoría familiar, pero hubiera atraído naturalmente a su público orgánico.
Lo feo
Como suele suceder en las historias que se desarrollan en pueblos, generalmente hay un tema con el tamaño de la localidad. El pueblo va a ser tan grande o pequeño como se necesite en ese momento para que ayude a contar la historia. Por ejemplo, el cuerpo docente del instituto donde sucedió el crimen se limita a no más de 6 profesores. Algo similar pasa con la soledad de las calles, a pesar de que en las tomas abiertas, se ven enormes laberintos entre los tejados. Hay cosas en el guión que no son muy verosímiles y que no se cuestionan, porque bueno ¿entonces cómo avanza la trama? No he leído el libro, pero ahora me intriga hacerlo para ver si esos baches si están llenos en el material de origen y solo se trata de una mala adaptación audiovisual.