El tema de la pandemia sin duda nos ha tocado a todos, nadie ha quedado realmente inmune a los efectos de este fenómeno que marcó prácticamente todo el 2020 y lo que va del 2021. Por eso no era de extrañar que empezáramos a ver productos audiovisuales que reflejaran esto, tanto de ficción como documentales. Y precisamente en la segunda categoría decidió el cantautor español Alejandro Sanz que era que quería participar. Y lo hizo con El mundo fuera, una propuesta que reunió miles de mensajes de video que recibió al artista tras haber hecho la convocatorio y que muestra cómo la gente, normal y corriente, ha vivido los tiempos de pandemia. El artista recibió más de 1.200 horas de imágenes procedentes de hasta 38 países que fueron ordenadas por tres directores para convertirlo en proyecto colaborativo más grande de un artista en lengua hispana. Se estrenó en diciembre en Movistar+, pero ya está disponible en Amazon Prime.
Lo bueno
Hay que ser honestos y decir que ante todo, Sanz es un tipazo. Y lo digo yo, que no soy particularmente un fan. El historial de causas con las que cada día se va involucrando el español dejan buena cuenta de que sus posturas no son poses, sino compromisos reales. Y este documental igual lo prueba, con la ventaja de haber sido de los que ¨pegó primero” y con eso de ser pionero se lleva mucho mérito. Sin duda es y será un valioso testimonio de lo que hemos vivido en estos años. El producto final resulta realmente conmovedor. Y es imposible que no sea así. Cada persona que habla y cuenta su historia termina siendo como verse es un espejo, o ver a alguien que conocemos. Las lágrimas se escapan con facilidad. Haber procesado la cantidad de material recibido también tiene es un logro significativo, y además, haberle dado coherencia a las cosas recibidas sin tener realmente claro qué se iba a tener entre las manos. Es un documental corto, fácil de ver, con una carga musical grande e incluso, la presencia de algunos famosos amigos de Sanz. Incluye a las víctimas, al personal de atención médica, a los niños, el tema familia, la creatividad y termina con una nota muy optimista.
Lo malo
Si algo tiene el documental es que peca un poco de ingenuo, quizás a los ojos del hoy, pues cuando se hizo no se pensaba que la situación iba a prolongarse tanto. De hecho, en el material se habla de más de 100 días de confinamiento como un despropósito, y bueno, acá estamos, a un año de pandemia. Por muy buena que haya sido la iniciativa y la voluntad, es posible que se haya hecho un poco antes de lo que se debió. De nuevo, es muy fácil decirlo ahora, cuando vemos que no se han superado/controlado las cosas como se esperaba. Quizás el afán querer tener un producto sobre la pandemia lo antes posible, y antes que otros, jugó un poco en contra. Pero sí, ver las recaídas en los controles y el aumento en las cifras, le quita un poco de vigencia al documental.
Lo feo
Con todo lo que he dicho antes, pareciera un poco contradictorio que encontrara algo malo en El mundo fuera. Lo cierto es que no dudo de las buena sin tenciones de Sanz. De hecho, cada día me convenzo más de que es un tipazo, pero siempre se nota cuando la gente de mercadeo mete la mano. ¿Y cómo lo sé? Pues porque este documental terminó convirtiéndose en un ejercicio de marca personal para él. El hilo conductor son sus canciones, los espacios desde donde habla están llenos de sus premios y discos de oro, lo que cantan otras personas son sus temas, el que narra la historia es él, en los fondos de los testimonios ajenos no faltan sus afiches… Es pues, un gran desarrollo de la marca Alejandro Sanz montado en un tema sensible, actual, necesario y emotivo. ¿Qué tiene esto de malo? Formalmente nada, pero no deja de haber un poco de explotación con fines ulteriores. No vende nada, pero el posicionamiento que hace de sí mismo durante todo el documental me parece excesivo e innecesario.