Radicada en México desde hace 5 años, esta abogada y actriz demostró que también se puede ser una exitosa emprendedora y plantarse con entereza ante cualquier reto que se presente
Los ojos de Patty Pacheco son enormes, como dos luces que se descubren al mundo en cada parpadeo. Y como si de una coreografía se tratara, su contagiosa risa acompaña este baile entre iris y pestañas infinitas. Pero que nadie se equivoque. Patty es más que una cara bonita. Patty nos habla de su paso por Escuela Imparables, una producción de E! Entertainment que se convierte en el primer programa de competencia entre mujeres emprendedoras. Pacheco llegó al programa gracias a Margarita Caribbean Treasure, una marca de productos de cuidado personal que recomienda que recuerden, porque es mucho lo que dará de qué hablar de ahora en adelante.
-¿De dónde viene tu pasión por los ingredientes naturales y sus propiedades?
-En Venezuela, desde pequeña fue criada por mi mamá y mi abuela. De ellas aprendí a usar y tener cerca siempre remedios naturales y caseros. Si alguien se sentía mal, mi abuela apelaba a la sabiduría ancestral de las abuelas y salía al jardín de la casa, buscaba alguna hoja, una rama, una semilla o una corteza y le hacía una infusión al paciente. Siempre me interesó esto y lo prefería a otras soluciones.
-¿Y cómo retomaste esta afición hasta ver en ella una oportunidad de negocio?
-Una vez, al terminar la temporada de obra de teatro, una amiga me invitó a su casa. Una vez allí, me dijo para hacer jabones artesanales, de una manera muy experimental, frente a las costas del mar Caribe. Hicimos muchas pruebas, todos con elementos naturales. Amé la experiencia y se despertó una pasión. Eso fue en el 2013. En ese momento no pasó a mayores. Comencé a viajar y a trabajar, pero en esos viajes me fui nutriendo de la riqueza herbolaria de Latinoamérica. Me interesé mucho en las frutas y flores de las temporadas y las regiones, y de los beneficios que aportan al cuerpo, a la piel. En algún momento pensé en montar la marca, pero tenía muchas cosas personales qué definir, como donde iba a instalarme, por ejemplo.
-¿Cómo y cuándo nace Margarita Caribbean Treasure entonces?
-Al terminar la novela en la que estaba en ese momento entré en una pequeña crisis artística. Esto fue hace tres años ya. Me planteé la posibilidad de que si ya estaba en México -que es un país con una riqueza natural y cultural impresionantes- tal vez debería emprender en este lugar. Me traje a mi mamá y a mi hermano a México para que me ayudaran. Así comenzó todo: en casa, junto a mi mamá, que confió en mí y fue mi primera inversionista y socia. Empecé a buscar proveedores, porque tenía muy claro lo que quería hacer. Un empresario mexicano a quien tuve la fortuna de conocer, llamado Carlos Reyes, se sumó también y hoy es mi socio inversionista. Con él a bordo, empecé a moverme, y cuando ya la marca tenía unos 4 meses llegó la pandemia. Tuve que replantearme muchas cosas, estudiar, aprender de comercio digital, porque las cosas cambiaron. Este año he tenido unos grandes logros. Creamos una línea de super lujo y orgánica. Estamos en los retails más grandes de México. Estoy muy orgullosa de todo lo que está pasando, es mucho trabajo y sacrificio, pero sé que valdrá la pena.
-¿Cómo ha sido dividirse entre actuar y emprender?
-Durísimo, porque dedico muchísimo tiempo al emprendimiento. Soy la persona de ventas, la de directora, la directora creativa, hago la fórmula de los jabones, tengo el contacto con los proveedores, es machismo trabajo, pero tengo que estar allí. Ha sido difícil, pero no imposible. Tengo que planificar muy bien mis tiempos. Me organizo y ando entre una cosa y otra, aunque sí siento que le he puesto una pausa a la actuación, porque es mi emprendimiento, de mí depende que eso salga adelante.
-¿Ser productora es una escuela para ser emprendedora?
-Sí, claro. En Venezuela hasta hice un encuentro internacional de teatro, así que siento que esa experiencia da la garra y el ímpetu que necesita para esto. Enseña que si uno no sabe algo, lo aprende, si da miedo, respira y sigue. No hay opción.
-Hasta ahora ¿cómo ha sido el recorrido como emprendedora?
-Una gran escuela de aprendizaje, de verdad. No me imaginé que me apasionaría tanto algo que no fuera actuar, pero me he sorprendido. Ha sido un aprendizaje muy grande que todos los días me enseña algo. Esto es ensayo y error a diario.
-¿Cómo llegaste a ser parte de Escuela Imparables?
-Llegué por casting, como todas mis compañeras. A todas nos tocó hacer entrevistas y así llegué a Escuela Imparables.
-Fuiste la única venezolana en el show ¿qué crees que eso le aporta al programa?
-Sí, fui la única venezolana en el show. Eso creo que le aportó mucho al programa por la visión y la energía de una mujer migrante que tuvo que moverse de un lugar a otro por la situación que nos ha tocado vivir a los venezolanos. Tengo las ganas de hacer crecer algo nuevo en un lugar que no es mi país. Esa energía de dar lo mejor de mí en el lugar que me ha acogido es lo que yo considero que pongo desde mi participación.
-¿Te preparó ser actriz para estar en un reality show donde debes ser tú misma y no un personaje?
-La verdad es que no, porque estudio mis personajes de una forma muy distinta. Acá el hecho de ser actriz fue complicado para mí. Alguien hubiera podido pensar que me sería fácil meterme en un papel de empresaria y ya, pero lo cierto es que yo estoy aprendiendo a ser empresaria en el show, muchas veces me quedé cortada o callada. No quise meter la actuación en esto, preferí priorizar el aprender y vivir la experiencia desde mí. Fue difícil, pero lo quise vivir honestamente. A la Patty que vieron en pantalla fue a mí, la de verdad.
-El show te da la oportunidad de compartir con mujeres de todo tipo ¿Cuál dirías que fue el mayor aprendizaje profesional de esta experiencia?
-La mayor experiencia es que esas mujeres son ahora mis amigas, son increíbles. Estoy haciendo alianzas con ellas. Creo que ese poder y todo lo que aprendí de ellas me sirvió mucho. Nada más la convivencia nos permitió relacionarnos de una manera muy profunda e intensa. Siento que allí tengo unas conexiones que valoro me por lo que son y por lo que representan para mí siendo extranjera. Le agradezco mucho eso al programa.
-¿Y el mayor aprendizaje personal?
El mayor aprendizaje personal es que yo sí tengo la fuerza y el poder para llegar a donde yo quiera llegar. Eso sí fue algo muy bello que me dejó Escuela Imparables. Ser una mujer que se está iniciando en el mundo de los negocios y ser extranjera en este país, genera muchas dudas, mucha inestabilidad. Creo que es una lucha que uno tiene cuando llega en la manera en la que llegamos los venezolanos a nuevos países. El programa lo que me dejó muy claro es que no importa de donde vengas, no importa que no tengas todos los recursos en el momento, si te planificas y te organizas, lo vas a poder lograr. Hoy estoy más segura de eso que nunca. Me siento mucho más poderosa, enfocada, con una preparación enorme para llegar a donde yo quiero con mi marca. Dentro de cada una de nosotras, de cada mujer emprendedora, hay un gran poder, que nace de la pasión, de las ganas. Yo lo tenía, siempre lo he tenido, soy una mujer con mucho carácter y fuerza, pero pasar por Escuela Imparables nos lo reforzó al máximo. Ahora me atrevo a hacer muchas más cosas con la marca que quizás antes del programa no me hubiera atrevido.
-En México tus productos se venden directamente en la página de la marca, pero también en reconocidas tiendas por departamento nacionales ¿Cómo ha sido vivir ese proceso de crecimiento?
-Ha sido super duro, porque una cosa es tener una tienda en línea y otra querer meterse a vender con los demás y demostrarles que tu producto vale, que la marca tiene algo que decir. Todo es difícil al principio. Tocar la puerta en los grandes almacenes fue difícil. Se tardaron 8 meses en contestarme un mail, pero yo soy insistente y busco todas las vías. Cuando veo que es imposible o que me dicen que no, entiendo, pero con estas tiendas por departamentos insistí muchísimo, y eso fue clave, Una vez que lo prueban es distinto. Cuando lo prueban me dicen que les encanta. Pero para que llegaran a probarlo, tuve que estar muy segura de lo que me diferencia de los demás y hacer contactos desde cero.
-Con todo lo aprendido y vivido tras el show ¿Qué sigue para Margarita Caribbean Treasure?
-Siguen cosas maravillosas. Estamos en pleno proceso de crecimiento. Acabamos de terminar una campaña con Privalia. Estamos por entrar en otras tiendas muy buenas. Vamos a dar un nuevo paso y expandir la línea, no solo jabones, vamos a ver crecer la marca con diferentes productos de cuidado personal, todo lo que tiene con productos para el baño y accesorios. Vamos a dar ese gran paso el año próximo y entrar a lugares muy buenos para hacerle llegar a más gente nuestros productos. Siempre orgánicos, veganos y libres de crueldad animal, con inspiración caribeña, con historias mexicanas que contar y el poder de la sabiduría ancestral de los ingredientes latinoamericanos.
-¿Qué crees que hace de ti una mujer imparable?
-Desde que me despierto hay unas ganas de crecer y evolucionar como ser humano y una fuerza muy grande en mí, aunque no es siempre, no es todo los días. A veces me siento mal, pero hay algo en mí que le gana a eso, y son las ganas de ser feliz, de vivir en un mundo mejor, de hacer algo bueno, por mi vida y la de los demás, las ganas de superarme como artista y ahora como emprendedora, de ayudar a mi familia (que está regada por el mundo), mis ganas de tener una familia con mayores posibilidades de evolucionar. Además, soy muy paciente.