Soy fanático del True Crime, ese género audiovisual que repasa crímenes reales y relata cómo sucedieron las cosas. Dentro de este espectro están los crímenes cerrados y los abiertos, donde aún no se sabe a ciencia cierta algún aspecto del crimen y queda una duda que puede ir desde quién fue el asesino hasta dónde está el cuerpo. Por alguna razón que desconozco, el true crime se ha puesto muy de moda, en especial en plataformas de streaming, donde hay series y documentales de los orígenes más variados. España se ha destacado, para mí, en la producción de este tipo de programas. El caso Wanninkhof-Carabantes y El caso Alcásser con apenas dos ejemplos de gran nivel de este tipo de producciones con sello ibérico. Ahora, Netflix suma a su catálogo ¿Dónde está Marta? Esta miniserie documental narra el enrevesado crimen de una joven de 17 años en Sevilla y la serie de mentiras, medias verdades, acusaciones y dudas que se tejieron en torno a este hecho en el cual el cuerpo de la víctima aun no aparece.
Lo bueno
Una de las mejores cosas que tiene esta serie es el acceso a fuentes privilegiadas de información. Tener contacto directo a las declaraciones y recuerdos de los padres, hermana y amigos de Marta es sin duda un elemento que le aporta mucho valor a la producción. El acercamiento es respetuoso y serio, alejado de cualquier sensacionalismo. Igual sucede con la visita a los lugares en los que ocurrieron los acontecimientos. Se trata de un excelente caso para poner de relieve las fallas en los sistemas de justicia y seguridad españoles, desde una denuncia necesaria, para evitar que ciertos errores puedan volver a ocurrir.
¿Dónde está Marta? juega a su gusto con el televidente y le hace cambiar de opinión más de una vez, con una narrativa con buen ritmo y presentación de diversos argumentos y puntos de vista. Lo mejor, sin duda, es que gracias a este documental, nuevas investigaciones sobre el caso se van a dar, pues se evidenció que hubo pruebas que no se manejaron bien.
Lo malo
Personalmente, creo que uno de los problemas de esta serie documental es que deja por fuera conocer mejor a los criminales, o posibles criminales. Entiendo que se dice que cuando se habla de crímenes de la vida real se revictimiza a las personas, pues se habla más de quién cometió el crimen que de quién lo sufrió. Se habla de que el criminal obtiene fama y reconocimiento y la víctima olvido. En todo caso, creo que es necesario encontrar un punto medio en este tema y entender que la villanía puede estar en cualquiera. Dejar de vender a los criminales como monstruos desalmados es necesario, pues hay que entender que son personas con familia, amigos, gustos y aficiones como cualquier otra. No se trata de defenderlos. No. Se trata de darles una dimensión humana que nos ayude a entender que cualquiera puede ser el villano de la historia si se dan las circunstancias. En ¿Dónde está Marta? se peca de no hablar mucho del entorno y vida de los perpetradores del crimen, algo que para mí, le resta a la historia en general.
Lo feo
La Policía, como institución, declinó la invitación para participar en esta serie, lo que sin duda es una lástima, pues se pierde contenido valiosísimo con respecto al caso y la experiencia. Hay otras voces que igual se quedaron sin escucharse, sin que se justificara que las personas se negaron a participar. Algunas son de los implicados en el crimen como tal, otras, expertos en áreas de interés para el documental. La serie tiene una línea clara de defensa de la víctima, lo cual es razonable y lógico, pero creo que se perdió la oportunidad de tener una visión más global del tema. Creo que no hace falta ponerse abiertamente del lado de la víctima para que se entienda que lo que le pasó fue terrible, pero sí es necesario compartir las alarmas que deben encenderse cuando ciertas cosas pasan.