Las fiestas finalizaron, comienza un nuevo año y con él la promesa de comenzar la dieta. Pero como todo en esta vida, tenemos que elegir cuál, entre la variada oferta, escoger. En esta y las próximas entregas te contaré qué debes tomar en consideración a la hora de comenzar un régimen alimenticio.
En primer lugar, siempre se deben hacer con la supervisión de un médico, ya sé que es algo que debes haber leído y escuchado, pero por algo es así. Un profesional hará una evaluación física, debe medir tus signos vitales, tomar las medidas antropométricas como el peso, la talla, el índice de masa corporal, el porcentaje de grasa, músculo y agua, además de indicar los laboratorios pertinentes entre los cuales está la glicemia, el perfil lipídico, la insulina o la creatinina, entre otros.
Una vez obtenidos todos estos parámetros, el médico te aconsejará cual es el tipo de dieta que se adapta a los resultados obtenidos, a tu estilo de vida, edad, estado físico, actividad física, etc.
¿Pero cuál es la dieta ideal? Dentro del punto de vista médico, esta debe cumplir con una serie de requisitos y que muchos regímenes no tienen, a saber:
- En primer lugar, ha de ser COMPLETA y aportar todos los macro y micronutrientes necesarios para las funciones de nuestro cuerpo y de las condiciones de salud del mismo, ya que los requerimientos van variando de acuerdo a la etapa en la que estemos, si estamos sanos o enfermos, durante el crecimiento, la juventud, la vejez o el embarazo.
- También debe ser EQUILIBRADA, de manera que los macronutrientes deben estar repartidos en una relación ideal entre sí. De manera que los carbohidratos (CHO) deben representar entre 55 y 60% de las kcal totales al día; las grasas, entre un 25 y un 30%; y las proteínas, entre un 12 y un 15%. Además hay que beber de 1,5 a 2 litros de agua al día.
- Debe ser SUFICIENTE para mantener el peso en un rango adecuado, lo cual implica que la ingesta de calorías debe ser igual las calorías que gastamos con nuestra actividad física. Por lo cual siempre es importante mantener una rutina de ejercicios.
- Esto nos lleva a que es necesario que sea ADECUADA a la actividad y estado físico, adaptándose a cada momento fisiológico por el cual pasemos.
- Es importante que sea VARIADA y así contener diferentes alimentos de cada uno de los grupos para que sea agradable y capaz de garantizar todos los nutrientes necesarios.
De manera que los regímenes restrictivos, suelen terminar en el fracaso y posteriormente en la recuperación del peso.
Así que entre mas alejada de estos preceptos esté la dieta, menos fisiológica es, incluso puede llevar a problemas de salud, tales como lesiones renales, alteraciones de los lípidos, hígado graso, incluso a problemas neurológicos.
En la próxima publicación analizaremos los pro y contras de una dieta que está en la boca de todos la, dieta keto y veremos si se adapta a tu estilo de vida.