Esta venezolana, madre de dos varoncitos, es casada y odontóloga de profesión.
“Ejercí mi carrera por un periodo de 6 años, siempre con una inquietud por la moda, el comercio y la belleza femenina”. En 2006 incursionó, de la mano de su hermano, emprendiendo con el salón de belleza, Hollywood. Allí comenzó su camino hacia el mundo de la moda.
Como parte de su responsabilidad en cuanto a sus decisiones en los negocios, inició un post grado en gerencia en la Universidad Católica Andrés Bello, UCAB, el cual cambio radicalmente su orientación profesional: de la odontología al comercio.
Ya con el salón de belleza en sus manos, en unión a su cuñada, decidió darle vida a una tienda dedicada a las niñas y sus sueños: Pink Tutu, ya que como toda niña, amaba vestirse con los vestidos y accesorios de su madre.
“Ya 100% en área comercial, uní esfuerzo con dos amigas y así nació AJABU I y AJABU II; ambas, se convirtieron en la casa del diseño venezolano, la moda y galerías permanentes de lo mejor que se hacía en la moda del país, entre 2011 y 2013”.
En paralelo creó un Instagram, el cual fue un hobby al inicio y luego se convirtió en su gran pasión. Esta red social la concibió como un instrumento para educar, mostrar o simplemente demostrar que se puede estar en tendencia, por medio de la creatividad, combinación de piezas, accesorios y elementos, sin importar el valor o marca de lo que se disponga.
“¡Hoy me considero, más que una influencer, una amante de la moda y su mundo, entregada a Venezuela y su gente! Desde mi radio de acción en Instagram no solo promuevo marcas, sino un estilo de vida, ese de la mujer de este siglo: de la mujer venezolana!”
El Placer de Ser Jenny Alvarez Herrera es… mostrar un talento especial para combinar estilos, prendas, looks. Pero sobre todo, es saber combinar roles: madre, esposa, influencer e imagen de muchas marcas y empresaria.