Astrid y Alexandra Pedregal, venezolanas, hermanas y fundadoras de Crasqí, imaginaron por mucho tiempo el momento en el que su marca pisase el territorio venezolano.
Aunque Crasqí fue fundada en 2012 en Miami, la semilla de lo que sería la marca proviene de Venezuela. El nombre se inspira en “Crasquí” uno de los cayos del archipiélago Los Roques, el lugar donde las “Crasqi Sisters”, como le dicen cariñosamente los que las conocen, pasaron los momentos más felices de su infancia junto a su papá, un hombre aventurero y viajero quién inspiró su pasión por el mar.
Después de 8 años de emprendimiento, compartiendo la visión de la marca en las playas de Tulum, Formentera, Miami, Canouan y más allá, Crasqí llega a Venezuela con una colección vanguardista dedicada exclusivamente al Mar Caribe.
La colección Caribe destaca por sus estampados coloridos inspirados en la vida marina, desde peces hasta corales, que se pueden encontrar en las aguas cristalinas del Mar Caribe. Se trata de un producto del mar para el mar, al ser los trajes de baño hechos a partir de botellas de plástico reciclado. “Nos preocupa enormemente la situación en la cual se encuentran los mares del mundo y sentimos una gran responsabilidad al ser el mar el lugar que nos ha brindado tanta inspiración, paz y felicidad a lo largo de nuestras vidas. Por eso, incorporamos telas hechas con plástico reciclado para ayudar a crear conciencia sobre la importancia de preservar el mar y las especies que en él habitan. Al estar hechos de este material, ayudamos a transformar desechos en materia prima de altísima calidad y así contribuimos hacia un mundo más sustentable”.
Crasqí también presentará su línea de loungewear, creada en plena pandemia, y que les hizo dar el salto hacia un nuevo enfoque de la moda masculina, esta vez “fuera del agua”. Entre sus diseños más cotizados se encuentran las camisas de lino, una pieza de diseño y confección artesanal que se ha ganado un lugar en los favoritos de su clientela, no solo masculina, también femenina, que según nos cuentan se han dado a la tarea de usar las camisas de sus parejas como una auténtica “boyfriend shirt”.
Con esta visita, Crasqí aspira reencontrarse con una parte importante de su Crew, una comunidad que ha apoyado la marca desde Venezuela y con el que comparte el mismo estilo de vida: activo, aventurero, sibarita y ambientalmente consciente.