Paralelamente a la Exposición Universal Osaka Kansai 2025, el Espace Louis Vuitton Osaka se enorgullece de presentar YAYOI KUSAMA: INFINITY – Obras seleccionadas de la colección, una nueva exposición que reúne obras de la icónica artista japonesa Yayoi Kusama, desde su aparición en la escena artística mundial hasta su obra actual. El arco cronológico de esta exposición ofrece una visión no sólo de la amplitud y variedad de su obra, sino también de los hilos conductores que han guiado su práctica desde el Nueva York de principios de los sesenta hasta nuestros días. Esta presentación se inscribe en el marco del programa «Hors-les-murs» de la Fundación Louis Vuitton, que exhibe fondos de la Colección en los Espaces Louis Vuitton de Tokio, Múnich, Venecia, Pekín, Seúl y Osaka, siguiendo así la misión de la Fundación de Louis Vuitton de organizar proyectos internacionales y llegar a un público mundial más amplio.
Yayoi Kusama es una artista prolífica cuya obra destaca por su identidad cambiante y su proliferación compulsiva. En todas las etapas de su carrera ha demostrado un extraordinario nivel de energía creativa como pintora, escultora, artista de performance, novelista y diseñadora de moda. Las piezas que se presentan en esta exposición permiten explorar la relación entre su trayectoria creativa y ciertas corrientes importantes de la historia del arte japonés y estadounidense, contra las que Kusama ha construido su práctica y con las que ha colaborado. Aunque su trayectoria artística ha interactuado e inspirado tanto el arte pop como el minimalismo, su fuerza esencial radica en la impresionante independencia que reflejan y conservan sus personalísimas piezas, hasta las más recientes que se muestran en esta exposición.
Nacida en 1929 en Matsumoto, en la prefectura japonesa de Nagano, y afincada en Tokio desde 1973, Yayoi Kusama creció rodeada de plantas en una familia propietaria de un vivero y una granja de semillas. Tenía unos 10 años y ya dibujaba y pintaba cuando experimentó sus primeras alucinaciones. Entre ellas, imaginaba el interior de su casa familiar cubierto de motivos florales que acabaron por envolverla. Estos recuerdos de la infancia son la base de su mitología y de la agitación psíquica que la acompaña, que han impulsado su arte desde entonces. En un proceso que ella describe como «autoterapia», repite compulsivamente motivos que se han convertido en poderosas firmas y que se aprecian claramente en las piezas comisariadas en esta exposición. Las redes infinitas y los puntos de los años sesenta han evolucionado en piezas más recientes hasta convertirse en formas flotantes que sugieren estrellas, células y abstracción total. A lo largo de su carrera ha utilizado esta técnica para dar forma a sus miedos y obsesiones.
Estos motivos dan forma a la filosofía esencial de Kusama. En el centro de la exposición, la primera de sus muchas Infinity Mirror Rooms, Infinity Mirror Room – Phalli’s Field (or Floor Show) (1965/2013), invita a los visitantes a desorientarse mientras se sumergen en un mundo de lunares repetidos sin fin. En este entorno icónico, al igual que en la poesía que acompaña a Todos Los Días Rezo por el amor (2023) y en su práctica pictórica repetitiva, la artista revela tanto sus visiones alucinatorias como su filosofía sobre el lugar que ocupamos como individuos dentro del universo. A través de la amplia diversidad de técnicas que utiliza en sus Dots and Infinity Nets, Kusama invita al espectador a pensar en el infinito y a dejarse absorber por la experiencia visual en un proceso que ella denomina
«autoborrado». De hecho, nos invita a dar un paso atrás y fundirnos con el entorno que nos envuelve a todos.